viernes, 22 de enero de 2016

#GraciasSilvia

#GraciasSilvia


¡Hola a todos, mis queridos lectores!

Como ya predije cuando iba a empezar este blog, he estado ausente por temas académicos, y esto no ha hecho más que empezar. La semana que viene comienzo de nuevo las clases y escribir en el blog se convertirá en algo que haga en mis casi inexistentes ratos libres. Aparcando esto a un lado, puesto que hoy no vengo a pedir perdón, os digo que este post no va a ser la continuación del anterior. La publicación de Los orígenes olvidados de Sílvia Abril 2.0: Homo Zapping está en curso pero mi objetivo de hoy es muy diferente.

Como ya sabréis, hoy es la segunda semifinal de Tu cara me suena, sí, amigos, ya se acaba y muchos de nosotros nos preparamos para ello. Para mí, personalmente, esto va a suponer quedarme sin aquello que me ha estado motivando semana tras semana, convenciéndome de que merecía la pena sufrir en la universidad porque el viernes noche obtenía la ansiada recompensa. No sigo porque me pongo moñas y este post es para alentar, no para deprimir; en un blog dedicado a Sílvia no puede haber llanto.

Bien, este post más que estar dedicado a los fans, está dedicado a toda esa gente que disfruta con el programa de Antena3. No hace falta que os cuente cómo funciona el mecanismo de votación ahora que las galas están siendo en directo. Desde la semana pasada, hemos podido votar a nuestros favoritos desde casa, y esta semana también tenemos esta opción. ¿Qué si os vengo a vender la moto para que votéis a Sílvia? Sí y no. porque los fans siempre emprendemos pequeñas campañas para dar apoyo a nuestros ídolos y que lleguen lo más lejos posible sintiendo muy de cerca nuestro cariño. Estos momentos son muy preciados tanto para el ídolo como para el fan, ya que se nos da la oportunidad de devolverles un poquito de lo que ellos nos dan a través de los años, los meses o los días, sin importar desde cuando seguimos a esa persona, y ellos se dan cuenta de que su trabajo es verdaderamente valorado. No se nos olvide que ellos viven por y para nosotros, y esto no es una simple frase; para porque su objetivo es acercarnos el arte y su trabajo, y por puesto que si no tienen, ya no seguidores, sino gente que observe su trabajo, no pueden ganarse la vida. No porque este post pretende ser un brevísimo recordatorio de lo que ha supuesto el paso de Sílvia por el programa.

Según está la situación económica en nuestro país no puedo intentar convenceros de que llaméis o mandéis un SMS por ella, solo os digo que si os encontráis en disposición de hacerlo adelante, pero que si no, desde el CFO de Sílvia Abril (@silviabril_cfo), hemos creado, con la ayuda de otras cuentas, como @Cachivaches1125, y la iniciativa de una integrante del CFO ( @silviabrilcf) un hastag con el que podréis darle apoyo gratuitamente tuiteando durante la gala de esta noche. Si bien los tuits no se contabilizan y por lo tanto no sirven para que obtenga más puntos, son una manera de decirle tanto a Sílvia como al jurado que ella ha sido indispensable durante esta edición de TCMS.






A estas alturas de la edición, cada uno tenemos ya a nuestros favoritos y convencer a un fan de que vote a otro concursante que no sea su ídolo es imposible. Por mucho que hoy nuestro favorito haga una imitación/actuación de pena vamos a seguir votándole. Me incluyo en esta categoría de votantes fijos e intransferibles por dos motivos: creo que ya es hora de que el progreso de Sílvia se vea reflejado en las votaciones, dejando atrás esas injustas puntuaciones que le han atribuido en las galas pasadas, y para ponerle en el lugar que se merece realmente.

Es innegable que muchos de los concursantes han mejorado de una manera impresionante desde que llegaron al programa, como es el caso de Ana Morgade.  Sin embargo, con Ana el jurado se ha comportado de manera benevolente, citando en incontables ocasiones su mejora. ¿Se merecería estar en la final porque su evolución ha sido la que más ha destacado (según la mayor parte de la gente)? Puede, pero si bien no se nos olvida esa evolución, tampoco ha de olvidársenos que a ella sí que le han valorado como se debía, mientras que el progreso de Sílvia, siendo también digno de comentar (echar la vista atrás y comparar su Sor Cristina con su Lady Gaga), ha pasado de puntillas, en silencio y sin tener un pequeño reconocimiento por mínimo que fuera. Por lo tanto, si hablamos de gente que debería pasar a la final por su trayectoria puede que nos encontráramos con un empate entre ambas pero, repito, ya que una ha obtenido el esperado reconocimiento, sería más justo que ahora lo tuviera la otra, y qué mejor reconocimiento que pasar a la final para demostrar que verdaderamente se está esforzando. Que conste que con esto no desmerezco el trabajo de Ana, muy al contrario, creo que es muy posible que ella se encuentre entre los finalistas y por méritos propios (ella sí, Latre).

No os voy a citar todas las imitaciones de Sílvia, las cuales podéis encontrar en Atresmedia, ni a enumerar todas las cualidades de esta mujer, solo pido que valoréis su paso por la edición, y pensad por un momento cómo habría sido esta sin ella. Sin duda, ha sido la edición que más público ha atraído y, como ya dije en otra ocasión, esto se debe al elenco de concursantes que realizan actuaciones dignas de mandar fuera de España para que otros países vean el nivelazo que tenemos aquí.

La cosa es que, además de ser un concurso musical (de imitaciones y no de haber quién canta mejor, eh), también es un programa de entretenimiento y todo el peso de esta última parte lo ha llevado prácticamente Sílvia; sin dejar de lado el lado musical que tenía que ofrecer nos ha proporcionado humor del bueno. Ella ha sabido meterse en el alma del artista  y ha permanecido desde el comienzo de la gala hasta el final de esta metida en el personaje. Ha preparado pedos de monja y tartas, se compró un vocímetro para dar fe de que la que desafina [es ella], ha paseado al perro y su rabo de diablo, ha cantado trabalenguas en español y en inglés, ha planchado y hecho harakiris, se ha columpiado y ha atravesado aros de fuego, por citar algunas de sus proezas ¿De qué otro concursante se puede decir lo mismo? Además, los artistas a los que ha imitado no se parecían en nada: de Ylenia a Sor Cristina, de Massiel a Geri Halliwell, de Miguel Bosé a Raffaella Carrá, y muchos más que lo único que podrían tener en común era la peluca rubia, porque por lo demás

Valorando desde su faceta más cómica hasta la más trabajadora e imitadora, Sílvia Abril merece un reconocimiento, y si no puede pasar a la final (algo que ella no se tomaría mal, al contrario que otros concursantes) al menos que sienta que ha cumplido su objetivo en el programa: hacernos disfrutar”.




PD: Desde el CFO nos gustaría pediros que, al usar el hastag #GraciasSilvia, intentéis no mencionarla demasiado en vuestros tuits para impedir que le pete el móvil. Tranquilos, porque aunque no se mencione su cuenta oficial en los tuits, consigamos o no ser Trending Topic en la red social de Twitter, luego subiremos alguna captura de estos tuits a la cuenta de Instagram, etiquetando a Sílvia y a su manager para que llegue a ella todo el cariño y el apoyo.


Solo me queda daros las gracias y desearos una gran noche llena de música.